¿Conoces las fábricas verticales? En 2025, el número de megaciudades (ciudades con más de 10 millones de habitantes) pasará de las 23 actuales a 36. En las 600 mayores ciudades del mundo vivirán entonces 500 millones de personas más que hoy. ¿Cómo crear vivienda y empleo para todos? ¿Cómo responder a los retos de la ecología urbana y satisfacer al mismo tiempo las necesidades de los mercados mundiales? ¿Qué soluciones tiene la arquitectura del futuro para la superpoblación y la contaminación ambiental y cómo crea espacios urbanos habitables en los que nos sintamos cómodos y seamos productivos? La respuesta: Pensando y construyendo hacia arriba. Los rascacielos ya existen desde hace tiempo para vivir y trabajar. Ahora, la «fábrica vertical» está trasladando también la producción a grandes alturas y colocando simplemente los procesos de producción unos encima de otros. El resultado son rascacielos fascinantes.
Desarrollo sostenible de abajo arriba
Tradicionalmente, los distintos niveles de los procesos de producción se han dispuesto en un nivel y se han ejecutado sucesivamente o uno al lado del otro. En la producción organizada verticalmente, el trabajo se realiza uno encima del otro. Existen dos tipos de «fábricas verticales», que difieren en cuanto a su estructura y organización. En la primera, el complejo proceso de producción se desarrolla en todo el edificio, pero no horizontalmente, sino de abajo arriba. Con la segunda versión, las distintas plantas de un edificio albergan varias fábricas más pequeñas. Lo que también distingue a estas innovadoras plantas de producción de los modelos tradicionales es su ubicación en el centro de la ciudad, por lo que también se las conoce como «fábricas urbanas verticales».
Rascacielos para una ecología urbana eficiente
La ventaja del contexto urbano: El proceso de fabricación se beneficia de contar con más empleados cualificados in situ. La proximidad a otras fábricas y empresas también es beneficiosa, porque las piezas de producción pueden adquirirse lógicamente con mucha más facilidad. Las rutas de transporte son más cortas que en una infraestructura rural, lo que supone un valioso ahorro de tiempo. El consumidor también está cerca y las rutas de distribución son correspondientemente cortas. La «fábrica vertical» también ocupa menos espacio y, gracias a su ubicación en el centro de la ciudad, permite combinar arquitectónicamente espacio habitable y espacio de trabajo. Por eso, la fábrica en rascacielos en la ciudad es interesante desde el punto de vista técnico fabril, así como respecto al desarrollo sostenible y la ecología urbana.
Ecosistema urbano: Visiones pioneras de los rascacielos
Desde 2006, la revista estadounidense de arquitectura «eVolo» convoca un concurso anual para seleccionar excelentes conceptos de rascacielos. El objetivo declarado de la editorial es promover nuestra comprensión de la arquitectura vertical y su relación con nuestro entorno, ya sea natural o artificial. Ya se han presentado y evaluado más de 6.000 proyectos. Varios arquitectos han alcanzado los primeros puestos en los últimos años con el tema de las «fábricas verticales».
Experiencia arquitectónica multisensorial
En 2015, por ejemplo, el «Rascacielos Esencia» fue coronado ganador. La naturaleza y la arquitectura están en armonía en la visión del rascacielos de la oficina polaca BOMP. Aquí se albergan diferentes ecosistemas en forma de once paisajes: desde acuarios de 30 metros de altura a zonas de selva tropical o hábitats árticos. La experiencia arquitectónica es multisensorial: las estructuras no sólo se ven, sino que también se sienten, huelen y oyen.
Fábricas verticales en la megaciudad
El segundo puesto en la selección de rascacielos fue para el proyecto «Fábricas verticales en megaciudades» de 2017. Los arquitectos chinos Tianshu Liu y Linshen Xie examinan las ventajas de poder trasladar fábricas al corazón de las megaciudades. Diferentes capas arquitectónicas (fabricación y días de ocio) se construyen unas sobre otras, por lo que cada nivel recreativo utiliza los residuos y materiales de la producción de arriba y de abajo.
La urbanización avanza en muchos lugares. Las megaciudades desempeñarán un papel importante en la arquitectura del futuro. La demanda de nuevos espacios para vivir en el centro de las ciudades se cubrirá con conceptos de construcción modular. Las oportunidades de trabajo en la ciudad también son cada vez más demandadas. El concepto de «fábrica vertical» podría marcar tendencia en este ámbito.
